Sobre las peculiaridades de los hombres y las mujeres, y la razón por la cual las mujeres rechazan las direcciones de los hombres. Sobre los hombres que tienen éxito con las mujeres, y sobre las mujeres que son simples de conseguir

En las prácticas BDSM, los juegos FemDom de humillación son aquéllos que están destinados a crear una situación en la que los sumisos hombres se sientan profunda y especialmente sometidos a los caprichos y órdenes de su Dómina.

Las clásicas causas de molestia pueden ser tan simples como la manera en que presionas el tubo de pasta bucal, hasta dejar la tapa del inodoro levantada o bien demorar en prepararse para salir o llegar tarde a todo.

La dura sensación de sus dientes y la presión de succión en el área alrededor de su clítoris proporciona mucho placer. Combinado con licks horizontales y verticales, y la humedad de su saliva, es posible que haya alcanzado el bote de cunnilingus.

En la cama te seduciré poco a poco, eso nos llevará a los dos a una intimidad que te hará olvidar todo cuanto tienes en la cabeza. Espero conocerte.

No es tal y como si los hombres y las mujeres no supieran que es una forma de meditar ilógica, superficial y con fallas, pero no podemos evitarlo; estamos diseñados para eso. Afortunadamente, hay formas de sortear esos deseos naturales.

En general sabrás que esta en el instante por el hecho de que tiene los ojos cerrados. Si sus ojos están abiertos, te ve a ti o ve alrededor del cuarto como diciendo Claro, podría pintar de otro color. En un caso así no va a estar presente y ni tan siquiera charlemos de que…

En Tantra, los deseos son esperados y abrazados. Son vistos como una natural del humano. Deben ser estimulados y aprendidos de ellos. El deseo se convierte en un vehículo para el despertar espiritual. Esto es muy, muy diferente de lo que enseña el enfoque occidental.

Podemos conseguir momentos de Satori, pequeños Samadhi en la vida normal, y indudablemente, con algún tiempo de trabajo profundo alcanzar verdaderos momentos de intenso éxtasis, hasta que en algún momento se da de modo natural la gran experiencia.

Al tiempo, las píl­doras anticonceptivas tienen un efecto de atenuar el deseo sexual en la mujer, puesto que las hormonas que las incluyen alteran las pro­teínas de la sangre, de manera que las mismas absorben la testoste­rona (que es la hormona que lúcida el deseo sexual).