Y recuerda, solo por el hecho de que imagines disfrutar de un determinado tipo de sexo no quiere decir que quieras obrar en consecuencia. El componente de fantasía de tu vida sexual puede ser tan poderoso como cualquier cosa que hagas en la vida real. Puedes acrecentar tu nivel de emoción fantaseando en silencio sobre un encuentro sexual caliente, hablando sucio con un compañero, o leyendo o bien viendo erótica explícita. Cuanto más flexione su imaginación erótica, más pluralidad va a tener para hacer el amor. Los padres tenemos la responsabilidad por lo que dejamos que aprendan nuestros hijos. La mayor parte de las veces no los conocemos, nos dan una imagen en casa y fuera son diferentes, por el hecho de que hemos tolerado que la comunicación sea apartada por la tecnología. Es imprescindible enseñarles a nuestros hijos el peligro tan grande que corren al tener una experiencia que no es apta para su edad, como tener relaciones íntimas en la adolescencia. Por el momento, los únicos collares que he utilizado han sido collares de juego, un término genérico para collares utilizados a lo largo de la actividad de BDSM y no necesariamente para mostrar estar comprometido con otra persona. Estos collares solo permanecen encendidos mientras que la actividad prosiga.
El único modo de conocerte a ti mismo es auto observándote en soledad, silenciando tu psique y tus pensamientos y logrando identificar sinceramente tus capacidades, fortalezas y virtudes (tu luz) y de reconocer tus restricciones, defectos y fallas (tus sombras), lo cual te va a ayudar a entender quien eres y a cultivar básicamente tus luces sin ignorar tus sombras, dándote la posibilidad de reconocer, identificar y supervisar tus emociones, sin refrenarlas, sino adecuándolas a las circunstancias. Si la familia ha sido controladora, nosotros buscaremos serlo o quizás alguien que nos sostenga bajo el control al que estamos habituados. Por el contrario, ciertos viviremos huyendo despavoridos de cualquiera que represente supervisar algo en nuestra vida. Es precisamente por esto que es indispensable, como primer paso, conocernos y analizarnos a nosotros mismos. Si no lo hacemos tendremos los mismos problemas una y otra vez sin importar cuál sea la pareja escogida.
Me agrada la buena mesa y degustar un buen vino en grata compañía
Para lograr mudar las actitudes negativas, primero se debe hacer un auto análisis personal y también identificar las acciones que lo llevaron a cometer el fallo causante del quiebre, para entonces charlar con su ex novia, y escuchar su versión de las cosas. Muchas mujeres tienen orgasmos falsos. Solo imagina eso por un minuto. Imagina que tuviste que fingir tus orgasmos al tener relaciones sexuales con una mujer. ¿De qué forma te sentirías? Jodidamente terrible, es así como te sentirías. Sexo precisa un comunicado. Imagínate masturbándote y siempre y en todo momento parando al final. ¿De qué forma te sentirías si no pudieses liberar todo el placer acumulado? Ahora sabes cómo se sienten las mujeres, y ahora sabes por qué razón las mujeres prefieren estar con un hombre que sabe lo que hace.
En el terreno donde se desenvuelve nuestra vida, el exceso se pone de manifiesto allí donde la violencia supera a la razón. El trabajo demanda un comportamiento en el cual el cálculo del esfuerzo relacionado con la eficacia productiva es constante. El trabajo demanda una conducta razonable, en la que no se admiten los impulsos tumultuosos que se liberan en la celebración o bien, más en general, en el juego. Si no pudiésemos reprimir esos impulsos, no llegaríamos a trabajar; mas por su parte el trabajo introduce precisamente la razón para refrenarlos. Esos impulsos dan a quienes ceden a ellos una satisfacción inmediata; el trabajo, al contrario, promete a quienes los dominan un provecho ulterior y de interés indiscutible, a no ser desde la perspectiva del momento presente. Ya desde los tiempos más recónditos,1 el trabajo introdujo una escapatoria, gracias a la cual el hombre dejaba de contestar al impulso inmediato, regido por la violencia del deseo. Es arbitrario, indudablemente, oponer siempre y en todo momento el desapego, que está en la base del trabajo, a unos movimientos impulsivos tumultuosos cuya necesidad no es incesante. Sin embargo, una vez comenzado, el trabajo crea una imposibilidad de contestar a esas exigencias inmediatas que pueden hacernos indiferentes a unos resultados deseables pero cuyo interés sólo remite a un tiempo ulterior. La mayor de las veces, el trabajo es cosa de una colectividad; y la colectividad debe oponerse, durante el tiempo reservado al trabajo, a esos impulsos hacia excesos infecciosos en los que lo que más existe es el abandono inmediato a ellos. Es decir: a la violencia. Por todo ello, la colectividad humana, consagrada en al trabajo, se define en las prohibiciones, sin las que no habría llegado a ser ese planeta del trabajo que es fundamentalmente.
Silvia, el planeta no es justo, nunca lo fue y jamás lo será. Si todo fuese tan fácil, los mejores triunfarían, la gente buena jamás tendría desgracias, los hijos puta estarían muertos y jamás nos enamoraríamos de las personas equivocadas. Pero no es de esta forma. Considera que los que han logrado éxito es posible que no sean los mejores, mas siempre han creído en su trabajo y en sí. Y esta es la que te falta. ¿Yo soy mil veces mejor que Antoine? Eso no te lo crees ni tú. Por el hecho de que mientras que estabas en la cola de la falsa modestia, Antoine ha cogido cuarto y mitad de seguridad. Es más, en todos y cada uno de los trabajos creativos lo de ser el mejor es muy relativo. Lo que a ti te puede parecer estupendo, los demás lo van a ver como mediocre. Ese planeta se fundamenta en las creencias y decides a cuál de ellas hacerle más caso. Está realmente bien tomar en consideración las críticas, mas una persona que no es capaz de lograr algo, también te dirá que no vales.
La leyenda de la puerta de moriscos
La estrella no es estrella por el hecho de que desee, como tampoco lo es la enredadera. Todos somos lo que podemos ser, y tal vez no lo que quisiéramos. Muchas veces, es que no vemos en lo que hacemos, quiénes somos. Otro inconveniente común que muchos hombres pueden tener con estas técnicas es no reconocer exactamente dónde comienzan y terminan los límites de la meseta, el orgasmo y la eyaculación. Si no puedes determinar la diferencia entre el clímax y la eyaculación, algo clave para convertirte en multiorgásmico, solo vas a tener éxito por accidente y no intencionalmente. Muchos hombres tratamos de estimularnos velozmente, y esta no es la mejor forma para conseguir percibir nuestro nivel personal de conciencia sexual. Transformar la estimulación en algo más lento en vez de más rápido te permitirá descubrir tus límites personales entre la excitación, la meseta y el orgasmo con más facilidad. Es algo como una voz interior que le grita: ¿Estás segura verdaderamente de lo que harás? ¿Estás segura de que el hombre que tienes en frente es lo suficiente Alfa como para arriesgarte a cargar con sus genes? ¿Piensas que existe un vínculo emocional entre vosotros lo suficiente fuerte para que no te abandone a tu suerte con un pequeño?
Procediendo de esa forma, el sexo anal no tiene porqué ser doloroso
Déjatelos puestos, Pet. Te ves tan, tan bien por carencia de una palabra mejor, tan estúpida. Semeja que llevas un calzoncillo de doce años y tus pobres pezones parecen ridículos. Julie se paró y caminó alrededor del escritorio, a sabiendas de que sus palabras habían humillado a Debra. Antes de describir estos secretos de la excitación femenina, es conveniente mencionar que vivimos en tiempos más abiertos y directos que los de Su Nü, y que seguramente no tienes por qué razón limitarte a leer las hojas de té en el cuerpo de tu pareja. Puedes preguntarle lo que desea; o aún mejor, puede decírtelo. Mas el ardor propio de la práctica sexual no siempre invita a charlar, por no charlar de expresar las preferencias con claridad. La pasión silencia el lenguaje y es en esos instantes cuando saber reconocer las señales del placer femenino puede serte útil. Tarde o bien temprano de hacer el amor, puedes preguntarle si Su Nü comprendía o bien no sus deseos individuales. No hace falta mentar que el permiso es esencial en cualquier encuentro sexual, y el hecho de que aprecies que el cuerpo de la mujer con la que sales se excita no significa nada salvo que su psique decida hacer algo a este respecto. No significa no, afirme lo que diga su cuerpo. Yo no deseo que me hagas feliz, solo deseo que me dejes proseguir siéndolo. Si te defines como normal, primero di qué consideras tú normal. No soy una mujer al uso ni vas a poder aplicar generalizaciones a mi forma de ser. Yo nunca diré que todos los hombres sois iguales: no me agrada que me lo digan a mí.